El valle del aquelarre

El valle del aquelarre es una obra astuta que emprende el riesgo, el maravilloso riego de tejer una narrativa entre las costuras de dos mundos distintos: uno contemporáneo, sacudido por las rencillas políticas en uno de los municipios de los Altos de Chiapas, y otro atemporal, en el que las fuerzas eternas del universo se baten a duelo, cíclicamente, para disputarse el “arbitrio” espiritual de la humanidad. La prosa, sencilla pero no por eso falta de inteligencia, conduce a la historia por una atmósfera bien comentada en la que es tan importante una perfidia terrenal como una maldición perpetua; y tan protagonista un jcaxlan entrometido como un perverso pukuy. Una obra que confiere al presente una de sus definiciones más precisas: aquello que de todas partes viene y hacia todas partes va, y que convierte a Zinacatlán en la coyuntura propicia para demostrar que la realidad es mucho más que la interpretación que le damos a los que nuestros cinco sentidos perciben, que la realidad tiene una deuda impagable con la superstición. El valle del aquelarre induce a pensar que las historias y leyendas son rosarios de palabras a modo de puertas, que deben contarse/abrirse con cuidado, so pena de sucumbir a la angustia insoportable del inframundo.

Sin lugar a dudas, El valle del aquelarre se convertirá en un referente obligado de la narrativa chiapaneca contemporánea, que sin dejar de lado los males modernos, se empeña en conservar y lucir las prácticas ancestrales de los pueblos originarios.

Arturo Ceballos Alarcón

Cuéntame un cuento pero de corrido y otras ficciones

Los corridos surgieron para difundir las proezas y delitos; para cantar o exaltar la grandeza. La música se convirtió en el mejor medio para alcanzar todos los puntos del país. En ellos quedó enmarcada la cultura y una parte muy importante de nuestra historia.

Raúl Orrantia Bustos retoma todo estos elementos y los conjuga, los transforma; juega con ellos y los entrega al lector con una nueva significación, ya no con la música como elemento base, sino con las palabras que dan ritmo, que vuelven los cantos en historias que también deben ser contadas al colectivo para que sigan con vida.

“La idea de escribir un libro basado en la música popular mexicana, concretamente en los sones y corridos, surgiría años más tarde: primero hubo que darse un acercamiento a ella, un gusto por este género”, escribe Orrantia en el prólogo. En él nos muestra su pasión por redescubrir y traer esos cantos, ahora, actualizados, con historias que parecen lejanas pero que son parte de nuestras vidas.

En las páginas de Cuéntame un cuento pero de corridos y otras ficciones el lector descubrirá todo el misticismo contenido en las historias del campo; todos, acompañados de fragmentos de sones o corridos; tarea nada sencilla, mas el autor logra esa fusión entre musicalidad e ingenio para internar al lector en nuevas aventuras que le mostraran que el pasado vive aún en nuestra actualidad.

Cuentos de hadas para no dormir

Ser  cuentista no es un oficio fácil, aunque sí es un deleite obsesivo. Esto lo sabe muy bien Arturo Flores, pues, ¿cuántas noches no se habrá pasado en vela, lleno de fiebres y delirios, buscándoles un destino hecho de sorpresas, de derechazos directos a la zona hepática, a sus asombrosos, tiernos y terribles personajes? Cuentos de hadas para no dormir  son historias sabrosas, divertidas y aterradoras, pero que al final se cobran con creces la cuenta pendiente de la creación. Abrir las puertas herrumbrosas que nos arrojan a esas realidades paralelas que bullen en la imaginación de Arturo, tiene su precio. Sí, no es nada fácil cargar con  la pesada cabeza de Santa Claus en la mochila y además llevarla a la escuela para mostrarla como prueba de si existencia a las chicas descreídas y burlonas. Vaya paradoja. Más complicado aún será estrellarse en pleno Viaducto Tlalpan con un dragón monstruoso, mientras el recuerdo despechado de la nada se nos incrusta en el abdomen junto con los restos retorcidos de nuestro automóvil. Al abrir las páginas de este libro, veremos los alienígenas, los vampiros parvularios o las niñas que juegan con cadáveres de ratones con los que Arturo Flores tiene que lidiar en sus noches de insomnio. Pero a esta pesada carga, el autor responde con una sonrisa socarrona y nos comparte sus pesadillas con un sentido del humor tan ácido que hace que la densidad molecular de sus criaturas abrumadas se vuelva de vapor, liviandad y deleite. Asómese, pues, a estas páginas y pase noches enteras con los ojos abiertos y una risilla en los labios.

Armando Vega-Gil

La noche en el maizal

La noche en el maizal es un novela hecha con maestría y rigor histórico por una escritora madura y eficaz, de rango internacional, ganadora de premios literarios y del reconocimiento de los lectores, que vive fascinada por la magia de las civilizaciones prehispánicas de México, lejanas pero vigentes en nuestro imaginario social. En esta obra imprescindible, María Eugenia Leefmans ha sabido encontrar y recrear con admirable riqueza las pulsiones eternas de una raza cósmica cuyas raíces se hunden en un paso glorioso, mientras que su mirada trasciende, como vuelo de águila, la finitud de los tiempos. Es en este espejo humeante, de realidad posible y ficción convincente, donde la autora confabula el encuentro secreto que pudo ocurrir entre la princesa Macuilxóchitl, hija de Tlacaélel y única poetisa conocida del mundo náhuatl, con el gran Nezahualcoyotl, el rey poeta.

La novela es una fusión excelente de investigación puntual y reelaboración poética, a semejanza de los libros de pinturas que trazaba, a punta de ilusiones, la hermosa Macuilxóchitl. Ella tuvo un hijo, tal vez de la fantasía, cuyo registro aparece en los códices bajo el nombre de Cuauhtlapaltzin, valiente guerrero que en la novela simboliza la tragedia, el dolor y la hoguera de las pasiones que abrasó a la hermosa princesa, enamorada del viento, la ensoñación y el amor. María Eugenia Leefmans nos presenta aquí un extraordinario relato de cuanto fuimos y seremos siempre, porque, como en sus personajes, estamos hechos de la sustancia de los sueños.

Miguel Cossío Woodward

Toluca, Estado de México.- Del 18 al 22 de abril, el Centro Cultural Mexiquense y su similar en Texcoco, abrirán sus puertas para albergar la XI Feria Estatal del Libro, con la participación de más de 50 editoriales de todo el país.

La Feria Estatal del Libro se concibe como un espacio para la literatura, el pensamiento y las expresiones culturales; por esta razón, se enfoca a poner al alcance del público una amplia gama de títulos, desde publicaciones académicas hasta materiales didácticos.

En esta edición, la Feria del libro, tendrá como escritores homenajeados a Francisco Javier Noguez Ramírez y Dionicio Victoria Moreno, en Toluca; así como a Eduardo Villegas Guevara y Alejandro Contla Carmona, en Texococo.

La fiesta editorial tendrá cinco días de intensa actividad y abrirá con la conferencia “El libro y la lectura ante las nuevas tecnologías”, a cargo de Ernesto Garcíanava; a las 12:30 horas, en el Foro Principal de la feria.

Para el jueves 19 de abril, se llevará a cabo la presentación del libro “El guerrero del alba”, a cargo de la maestra Raquel Huerta Nava, a las 11:00 horas, en el Auditorio de la Biblioteca Pública Central Estatal, seguido por la conferencia “Los recursos de información en las bibliotecas”, impartida por la maestra Alicia Chávez Villa, directora de la Biblioteca del Colegio de México “Daniel Cosío Villegas”.

El viernes 20 de abril, se ofrecerá la conferencia “La evolución tecnológica y la crisis en el personal bibliotecario” por Virginia Piña Mondragón, coordinadora de la red de bibliotecas de la región Centro Sur de la ANUIES, así como la presentación del libro “los tres negros” de Mauricia Moreno para concluir con la presentación de los escritores Francisco Javier Estrada Arriaga y Thelma Morales García, quien ofrecerán la ponencia “XV Aniversario del Encuentro Nacional de Poetas”.

La XI Feria Estatal del Libro estará aderezada con actividades artísticas, desde rock infantil, con un concierto de “Monedita de Oro”, el 21 de abril, a las 12:00 horas, hasta rock urbano, marionetas, música coral, para concluir con un espectáculo de fuegos artificiales, el domingo 22 de abril, a las 14:00 horas.

Por otra parte, el CCMB en Texcoco ofrecerá, además de conferencias, presentaciones de libros, cuenta cuentos, lecturas en atril, talleres de literatura y mesas de análisis, los trabajos fílmicos “El narrador de cuentos”, de Jim Henson y “El Héroe”, Ganadores del Festival Internacional de Cannes; así como teatro infantil, danza, recitales musicales y conciertos de rock, todo ello, del 18 al 22 de abril, de las 11:00 a las 17:00 horas

Ganadores de la convocatoria para publicación de obra año 2012

No somos tiernas las suripantas

Nadie tiene un verdadero equilibrio en el alma, lo supe aquella tarde soleada cuando en una alberca me miró un chico con una lujuria temerosa. Me miró con deseo pero también con miedo, un miedo provocado por su deseo. Cómo Podía antojársele una mujer mutilada como yo, qué podría despertarle yo sino un morbo enfermizo. Primero miró mis ojos. Yo estaba cubierta por el agua. Al notar mi defecto, su sorpresa fue sana, un asombro minúsculo que me animó a seguir el cruel juego. Me mordía los labios y dilataba mis pupilas al encontrarme con las suyas. Simulaba ver por encima de la superficie, precisamente allí, en esa parte de su cuerpo donde, segundos después, con un visor acuático, comprobaba su dureza por desearme. Fragmento del cuento “Se ahogan de repente las ganas”

Fernando Reyes nos ofrece una serie de cuentos muy particulares, “Nadie tiene un verdadero equilibrio en el alma” como menciona una de sus protagonistas cuyo defecto físico desata el deseo de los hombres, es parte de una serie de cuentos que bajo la premisa de que todos tenemos defectos, se desarrollan una serie de situaciones que podrían resultarnos aberrantes pero que sin duda reflejan la parte más oculta de la realidad humana.

Los títulos en sí, pueden transgredir la moral de muchos, pero sin duda, como lo menciona Mauricio Carrera en la introducción “Se trata de una queja femenina” en este libro el autor se despoja del discurso desde el yo masculino para ahondar en esa otredad echa de hormonas, vaginas, represiones e histerias.

Como una sombra vil. Macabras fantasías de muy altos decibeles

Dieciséis relatos integran este libro que, escribe Carlos Camaleón en el prólogo “es como el diablo”, pues, como éste, “ofrece mujeres hermosas, sexo, sangre, monstruos y rock”. Esta serie de cuentos de temas diversos se desarrollan –con el ya característico estilo de Arturo J. Flores– en atmósferas densas cargadas de sensualidad y fantasía delirante. Ambientados con música rock y aderezados con pizcas de humor y erotismo, desfila por los textos toda una galería de personajes oscuros, sombríos, crueles a veces, desencantados. Los títulos hablan por sí solos: “El tiranosaurio de Hortensia”, “La dulce saliva de Siniestra”, “Amor caníbla ultravioleta”, “La rata que bajaba del cielo”, “Thriska y las arañas”, “Las hijas de Dios también son DJs”, “La tripa”, entre otros. El relato que da título al volumen, “Como una sombra vil”, es la curiosa historia de un hombre que una mañana despierta convertido en perro después de mucho tiempo de comportarse como tal con su novia y que en su nuevo estado conserva aún la conciencia del hombre que fue. La descripción de las sensaciones que experimenta, en medio del humor, no deja de tener una marcada intención metafórica y un tinte nostálgico. Arturo J. Flores es un autor prolífico que aquí ofrece a sus lectores deliciosas pesadillas.

Autor: Arturo J. Flores

Sonetos de la eternidad (Segunda edición)

De cincuenta y tres sonetos y una carta consta este volumen escenario de los detalles del instante, de las cosas, de los milagros mínimos, volátiles; de todo aquello que nos circunda y que se magnifica al ser nombrado: un labio, una gota, una respiración, una abeja, un sueño con serpientes: “una araña se entrega a su delirio / de fragancia desnuda de memoria”; “toca tu leve indicio la silueta / de ese vapor que se alza / de mi labio”; “pedir / para vivir / una memoria / un dibujo en el árbol / de la sangre”.

Comenta el autor en su Carta: “La intención de anular signos de puntuación y dar comienzo a los textos en letras bajas corresponde a una razón elemental, a una visión más bien querida y juguetona de este recorrido por las imágenes. Quiere decir que la palabra viene de antes”. Nada más cierto. Y con esta intención, del mismo modo altera la estructura formal que tradicionalmente se conoce del soneto para dar cauce al libre fluir de sus versos, para dar forma a la musicalidad de su poesía. Al leer estos sonetos se tiene la impresión de que a la primera palabra le antecede un tiempo indeterminado del cual germina, una escena de la cual nace el poema.

Una danza sutil por la página se nos revela en la lectura de Sonetos de la eternidad, poemas que invitan siempre a la reflexión pero sobre todo al disfrute. El autor muestra aquí su habilidad para destejer el tiempo y alongarlo buscando trascender sus propias palabras, es la destreza que el bardo pone en juego al estructurar un libro tan fresco y nuevo con una forma por demás probada y que además es enclave de nuestra tradición poética. Lúdico y hermoso, este volumen es una posibilidad sobrada de atributos para leer poesía en estos tiempos vertiginosos.

Autor: Gustavo Enrique Orozco

Ciudad Bella, Luz Bella, Luz Bela, Luz y Bel, Luz Fer, Luz y Fer, notas bellas, no tan bellas

En este libro, Bea Cármina, dramaturga contemporánea, nos muestra secuencias en que aparecen las relaciones de poder y de conflicto entre los seres humanos: los límites de la paciencia, la ventaja, la sobreinterpretación, la locura, la violencia, la debilidad que impide cruzar el umbral... el umbral que representa alcanzar la otra orilla anhelada, es decir, acercanos al otro, a los otros. A lo largo de un intenso y divertido desfile de escenas urbanas se rescata lo desconcertante o absurdo de un lapso y un espacio determinados.

La autora nos presenta una serie de diálogos con humor, ácida ironía, sátira, caricatura, antisolemnidad, parodia y un constante juego con los modelos culturales y con la realidad cotidiana, dentro de un escenario simbólico: un puente peatonal o un cruce de puentes, en donde se suscita la vida misma, su desoladora y, a la vez, grotesca alegoría. En suma se trata de una obra de naturaleza lúdica y divertida que nos hace reflexionar sobre la condición humana.

Autor: Bea Cármina