Presentación de libro: Tormenta en el páramo

En el Museo taller Luis Nishizawa se presentó
TORMENTA EN EL PÁRAMO, UNA NOVELA DEL FIN DE LA UTOPIA 

Toluca, México, 15 de abril de 2009.- “Un texto que propone el análisis y la ridiculización del poder y muestra una postura frente a la caída de las utopías es “Tormenta en el páramo”, de Héctor Sommaruga, quien muestra cómo tocando temas sencillos se pueden tocar otros más profundos”. 

Con estas palabras el escritor y promotor cultural Luis Miguel Vargas presentó, en el Museo Taller Luis Nishizawa del Instituto Mexiquense de Cultura, la segunda edición de este texto que fuera coeditado por el Instituto Mexiquense de Cultura y la UAEM en 1997 por primera vez dentro de la colección La abeja y el quetzal. 

“Pocos novelistas logran ver una segunda edición, que es una prueba extra para los libros, pues si bien primero es difícil conseguir quien los edite, imaginemos una reedición”, afirmó Vargas, quien considera que sólo aquellas novelas que vale la pena difundir son tomadas en cuenta por los editores para ello. 

“El texto que presentamos hoy, publicado por el Fondo Editorial del IMC dentro de la colección El corazón y sus confines, y como parte de la Biblioteca Mexiquense del Bicentenario, llevaba inicialmente como título ‘Los ardorosos amoríos en Covadonga, tormenta en el páramo’, y su valor, apuntó el presentador, radica en parte en que Sommaruga dice cosas serias sobre nuestro tiempo sin el tono grandilocuente y solemne, sino con humor”.  

Mientras tanto, José Falconi, poeta, narrador y dramaturgo chiapaneco, quien también estuvo comentando “Tormenta en el páramo”, dijo que los anales de Covadonga parodian la historia de algunos pueblos latinoamericanos, y es triste porque todo en su historia tiene la naturaleza de una broma descomunal. 

Héctor Sommaruga “convierte en símbolo las cosas de un elemento narrativo”, señaló Falconi, y con el término “cosas” hizo referencia a las cosas- cosas, a las cosas de la naturaleza y a las cosas- cuerpos vivientes. 

Falconi concluyó refiriendo que todo en Covadonga merece perecer, pues el personaje principal, Apolo, llega huyendo de un orden social producto de la “guerra de las naranjas” con la esperanza de vivir del arte y se encuentra con sus semejantes: personas semejantes a su familia, a la milicia y a sí mismo. Descubre que este país es “una cárcel donde todos están presos y la única posibilidad de salvación es la destrucción”. 

Por su parte, el autor de origen uruguayo pero radicado en México desde hace ya varios años, dedicándose a la música, al periodismo, a la edición y a la escritura, compartió que hizo esta novela pensando “en una especie de telenovela por capítulos”. También reveló que se encuentra trabajando en otra novela y un libro de poemas y prosa poética, que espera publicar pronto. 
Y para culminar la velada, Sommaruga tomó la guitarra y ofreció un concierto que los asistentes disfrutaron.